Vivo en una ciudad alejada de sí misma
-parece un holograma-
Compro y vendo sustantivos vacíos
en conversaciones teológicas
todo es absurdo menos el café
mis pertenencias son relicarios hechos
con el caparazón de una tortuga
y nunca viví mejor.
Canto tímidamente
para no molestar
a los vecinos
escribo con fe ciega
la única que he conocido
soñando a un público que no aplaude
pero escucha.
Soy eso de lo que me quejo
porque es lo que me da sentido
una lucha de lógicas y
percepciones calladas
contradicciones imposibles
santos anónimos
inmersión seca
como fósforo en el agua.
Fotografía de Man Ray, 1924. Poema de Enrique F. Fuentes.